¿cómo sos como amante según tu signo?


Hay signos lujuriosos, libidinosos, fornicios y concupiscentes. Cada uno es diferente a la hora del amor y la pasión. ¿Cómo sos en la cama según el zodíaco? Una guía para conocerte y conocer a tu pareja. 



El Sol, la Luna, Marte y Venus configuran nuestro carácter y nuestra personalidad emocional. Cada Signo zodiacal muestra una forma de comportamiento, un patrón de conducta. La posición del Sol en el instante de nacer (nuestro Signo) nos permite saber cuál será  esa forma en cada grupo de individuos y, aunque no hay dos personas iguales, los modelos de conducta celestes dejan una huella profunda en el comportamiento humano y la manera en que se vincula con los demás.

¿Quién es quién en el zodíaco?
La relación sexual propiamente dicha está expresada en la Carta Natal por los planetas Venus y Marte. Marte es el planeta que representa al hombre en pleno uso de sus capacidades sexuales y al acto sexual en sí. Su complemento, Venus, es el planeta femenino, el planeta del amor y del placer, que no representa un amor puro y sacrificado, sino al contrario. A Venus le gusta divertirse cantar, bailar, hacer el amor y beber licores.
Desde la más remota antigüedad hubo Signos a los que se les adjudicaba un mayor apetito sexual. Éstos eran los Signos de regencia de Marte: Aries y Escorpio y Capricornio donde Marte está exaltado; también se incluye a Leo,donde Marte se ve reforzado y a veces exageradoLos Signos de Venus comoTauro y  Piscis (donde Venus está exaltada) se inclinan a la búsqueda exagerada del placer; Libra (domicilio de Venus) también se incluye en esta clasificación pero su componente de aire enfriará un tanto a Venus a través de la mente y la imaginación.

Signo por Signo
Aries. Aries es el Signo de la acción apasionada. Es lanzado, temerario e impetuoso. Lo suyo es la conquista, sea varón o mujer llevará la iniciativa. Los amores les duran poco, pero eso no les importa. Les gustan las relaciones ardientes, atrevidas y el sexo tórrido. Con ellos disfrutarás de sesiones múltiples de sexo intenso pero rápido. Es común que a lo largo de su vida estos nativos vivan relaciones turbulentas o amores que les traigan dificultades

Tauro. Su naturaleza es tan fuertemente sensual y sexual que puede llevarlos a los excesos. Estos nativos no están a la búsqueda de la variedad en el amor o de nuevas experiencias, son de sentimientos profundos y  fuertes. Sin embargo, pueden inclinarse fácilmente a la posesión afectiva. Son especialmente sensibles a los sentidos, les atraen las texturas suaves, los masajes con aceite perfumado y todo aquello que sea apetitoso y huela bien. El sexo y la comida son para ellos una gran fuente de placeres sensoriales.

Géminis. Curiosos e imaginativos, necesitan una pareja con variedad de ideas e iniciativas, o ¿porqué no? variedad en las parejas. Son duales e  infieles por naturaleza, les gusta investigar, cambiar y experimentar en busca de un ideal teórico difícil de alcanzar. El sexo para ellos empieza en la cabeza. Son desinhibidos e imaginativos, les gusta probar de todo, son expertos en juguetes sexuales y poses nuevas. Hablan cuando practican el sexo y hablan cuando dejan de practicarlo.

Cáncer. Son buenos amantes, sensuales, fantasiosos e imaginativos. Se inclinan por la oralidad. Son tan emotivos que puede llegar a los excesos. Sus sentimientos son profundos, pero cambiantes, aunque es capaz de tenacidad y fidelidad en lo que a afectos concierne. Caprichosos, suelen experimentar cambios importantes en sus relaciones. Tanto el hombre como la mujer son protectores, hogareños y prefieren la intimidad del “nido”. Cuidado con su proverbial  mal humor y con los reproches.

Leo. Como corresponde a una persona de Fuego, los Leo quieren acción. Sus afectos y emociones son encendidos. A Leo le encanta el juego previo, un espejo bien ubicado en el dormitorio donde se pueda reflejar su ondulante melena nunca estará de más. Así como el Sol es el centro del universo a Leo le gusta que el mundo gire a su alrededor, su naturaleza generosa hará que su amante sienta también especial. Leo requiere de una compañía que le siga el ritmo. En las relaciones es dominante y le gusta tener todo bajo control.

Virgo. Son poco sentimentales y afectuosos, algo rencorosos y además son celosos a causa de su inseguridad. Son muy perfeccionistas, les cuesta mucho encontrar a la persona ideal, siempre encuentran defectos en la pareja. Para despertar el amor de Virgo se necesita mucha educación, buenos modales, higiene y limpieza, nada de olores, ni de ruidos, ni de gestos ni de vicios. A Virgo hay que darle seguridad económica, seguridad afectiva y limpieza y aún así pueden no estar conformes, son críticos y perfeccionistas.

Libra. Libra tiene mucha necesidad de simpatía, amor y entendimiento ya que suelen ser fácilmente alterables y cambiantes. Son románticos y, generalmente, van de amor en amor, aunque pueden ser fieles si llegan a encontrar la pareja adecuada. A Libra le encanta la seducción, el juego previo y las charlas que desembocan en acción. Son amantes de lo poético y toman iniciativas. No hay ningún Signo con tanta voluntad como Libra para evitar hechos desagradables, prefieren ignorar todo tipo de fealdad y construir un mundo de acuerdo a su propia imaginación.

Escorpio. Son románticos, receptivos, tiernos y magnéticos; sus sentimientos son profundos pero egoístas. En el amor más que entregarse, tratan de poseer. Son insaciables, nunca creen que los quieren lo suficiente, siempre necesitan más.
Los Escorpio necesitan ser tocados con cierta asiduidad, necesitan el tacto, que les rocen la piel o que los acaricien. En el amor, son de pocas palabras, en esta área de la existencia es donde se muestran más apasionados. Su nivel de deseo es superior a la media, pero su mítica potencia sexual se desvanece en la convivencia, pues siempre tiene motivos para enojarse por celos u otras cuestiones que no son más que excusas para recuperar su apasionamiento. A menudo utilizan el sexo para seducir y controlar.

Sagitario. Sagitario es un Signo abierto, filosófico y con un profundo idealismo y amor por la libertad. Como sucede con los otros Signos de Fuego son  ardientes y apasionados. Su natural afán por aprender lo vuelve un amante muy curioso. Optimistas y entusiastas, son seductores e inquietos. Siempre están en busca de aventuras, pueden ser demasiado temerarios y faltos de tacto, pero su honestidad sin reparos lo convierte al mismo tiempo que en amante, en un buen amigo y compañero. Entiende la pareja con cierto grado de independencia en la que cada uno pueda ser y hacer lo que desea. Necesitan ejercicio regular en la cama y fuera de ella.

Capricornio. Los nativos de Capricornio nacen “jefes”, no se contentan con manejar su vida y la de su pareja, quieren hacerlo con todos los demás. Es un Signo ambicioso y decidido, dispuesto a hacer lo necesario para lograr lo que quiere también en el amor. Muy reservados, manifiestan poco sus sentimientos,  les cuesta sentirse queridos, son de difícil equilibro emocional y desconfiados.  Pero detrás de un aparentemente frío Capricornio se encuentra un ardiente fuego interior. Cuando entrega su amor, es un amor total y trabaja duramente para conservarlo. Suelen padecer dolores de rodilla y articulaciones, unos masajes con aceite tibio para descontracturar esas zonas harán maravillas a la hora del amor.

Acuario. Son personas brillantes, divertidas, imprevisibles y desapegadas. No son demasiado románticos ni emocionales, les fascina lo raro, lo exótico, lo original y todo aquello que esté de moda. No tienen inhibiciones ni tabúes a la hora del amor, pueden ser, por eso, algo exhibicionistas. Como norma general, tampoco son celosos ni posesivos. Los cautiva la inteligencia y las ideas de avanzada pero necesitan una pareja que los ayude a contactarse con sus sentimientos más íntimos y les enseñe cómo dejar de lado el frío análisis mental.

Piscis. Son las personas más emotivas y sensuales del zodiaco. Son románticos, receptivos, tiernos, magnéticos, misteriosos e infieles. Las relaciones románticas tienen una influencia muy notable en la vida de los Piscis cuyas emociones corren muy profundas. Poseen una naturaleza sensible y espiritual, sus relaciones se caracterizan por la imaginación, la sensibilidad y las emociones intensas. A la hora del amor se entregan por completo. El juego sexual en el agua es su mayor fantasía.

Que Signo Del Zodiaco Es El Mejor, El Tuyo Será?

Se llama horóscopo natal, horóscopo radical, carta natal, o incluso carta astral, a un gráfico usado por los astrólogos para determinar la posición de los astros en el firmamento en el momento del nacimiento de una persona. Es decir, el horóscopo no deja de ser una carta celeste simplificada, un mapa. 

De estas posiciones, y mediante un cuidado análisis, el astrólogo es capaz de extraer conclusiones sobre la personalidad, la salud, y el destino en general de dicha persona. 

Para llevarlo a cabo con exactitud resulta fundamental conocer con precisión el año, el mes, el día, y el lugar de nacimiento de la persona. A partir de esos datos el astrólogo recurría tradicionalmente a las llamadas "tablas de Efemérides", es decir a unas tablas en las que la posición de cada astro venía marcada en función del momento y lugar de observación. Hoy en día lo habitual es recurrir a herramientas informáticas, programas de astrología para confeccionar horóscopos, que simplifican la tarea. 

Un horóscopo no es válido únicamente para una persona. El astrólogo puede extrapolar el método para aplicarlo a países, empresas, sociedades, etc., conociendo el momento y lugar de su fundación. 

Hay que tener en cuenta que la astrología no es determinista, es decir, los astros impelen pero no compelen. El factor fundamental es la voluntad humana. La voluntad puede reforzar la influencia de los astros, o por el contrario puede contrarrestarla. Todo depende de lo que indique el horóscopo y de nuestros deseos.LOS SIGNOS SE HAN DIVIDIDO SEGÚN ANTIGUAMENTE LOS CLASIFICABAN: LOS ELEMENTOS SON 4: Fuego, Tierra, Aire y Agua.
 




ARIESEs el carnero, es el primer signo del zodiaco y va desde el 21 de marzo, al 20 de abril. 
El signo de Aries se representa desde tiempos ancestrales mediante la figura de un cordero, o carnero. Podemos incluso relacionar este signo con la leyenda del Vellocino de Oro que Jason consiguió en la Cólquida. 
Aries simboliza la acción, el entusiasmo, el empuje, la fuerza. Simboliza las nuevas empresas, las conquistas. Suele ir asociado a las grandes aspiraciones. El característico empuje de Aries se representa a la perfección mediante la figura del ariete que en ocasiones se les asocia. De hecho no pocos arietes tenían una cabeza de carnero en su extremo. 
Aries puede caer en el abuso del poder y la fuerza. 
Aries es el signo de Marte, el Dios de la guerra.
 

TAUROsituado entre Aries y Géminis, es el segundo signo del zodiaco. El Sol se encuentra en tauro desde el 21 de Abril, hasta el 21 de Mayo. 
El símbolo del toro podemos encontrarlo en la historia desde los tiempos más remotos. Los Caldeos representaban al Sol como un toro que recorría el cielo. En Egipto se identificaba al Sol con el dios Apis cuya figura era un buey. Para los romanos la figura del toro también tenía su simbolismo pues era una de las formas adoptadas por Zeus. El primer signo de la Cábala hebrea es Tauro, y en el mundo hebreo está cargado de simbolismo; representa al Uno y al Primero, a Adán en el Paraíso. 
Tauro representa el animal que convierte en fecunda a la tierra, al campesino que prepara sus campos. Tauro simboliza también la lentitud, la resistencia, la estabilidad, la perseverancia. Tauro representa la inmutabilidad, llegando incluso a la obcecación.
 

GEMINISariesEs el tercer signo del zodiaco y comprende los días que van desde el 22 de mayo, hasta el 20 de junio. 
Este signo representa la amistad, la unión. Podemos buscar un referente mitológico en la amistad entre los dos héroes de la tradición mesopotámica: Gilgamesh y Enkidu. Los griegos posiblemente asimilaron esta tradición transformándola en los gemelos Cástor y Pólux, cuya amistad era legendaria. En Egipto Géminis representaba al dios Horus y al dios Harpócrates, mientras que la tradición hebrea lo representa como una puerta de doble hoja. 
Géminis simboliza la comunicación, la duplicidad, la imitación, incluso llegando a la hipocresía.
 

CÁNCER Es el cuarto signo del zodiaco y va del 21 de junio hasta el 22 de julio. 
El origen simbólico de este signo es todavía un tanto oscuro, aunque puede hacer referencia al retroceso del sol en esta época del año. 
El inicio del periodo que comprende Cáncer coincide con el inicio del verano en el hemisferio norte, lo cual implica hasta cierto punto el rejuvenecimiento y el renacer de los animales acuáticos, durante mucho tiempo uno de los principales alimentos. 
Cáncer es un signo que simboliza la concepción, la intuición, y la fantasía. Aunque también es cierto que los nativos de este signo pueden llegar a mostrar una cierta tendencia a encerrarse en sí mismos.
 

LEO Es el quinto signo del zodiaco, entre el 23 de julio y el 21 de agosto. 
El león simbolizaba el fuego en la antigua Mesopotamia, mientras que para los antiguos griegos representaba al famoso león de Nemea, muerto por Hércules con sus propias manos. 
Leo es un signo de fuego que simboliza al monarca, a la gloria. También a la fortuna y la autoridad. Estas características pueden llegar a derivar en altivez e incluso megalomanía.
 

VIRGOsignosEs el sexto signo del zodiaco, entre el 22 de agosto y el 23 de septiembre. 
El sentido de Virgo, representando la virginidad, ha variado bastante con el paso del tiempo. Por ejemplo en Grecia y Mesopotamia representaba a la diosa que mediaba entre la materia y el espíritu. 
Virgo es un signo de Tierra que simboliza la espiritualidad, el orden, frialdad, la inteligencia pura, así como el ánsia por conocer los secretos de a vida. Sus aspectos más negativos nos hablan de egoismo, materialismo, mezquindad, e incluso crítica desmedida.
 

LIBRA Es el septimo signo del zodiaco, entre el 23 de septiembre y el 22 de octubre. 
Curiosamente se trata de un signo del que no encontramos referencias en las antiguas Mesopotamia o Grecia. Los griegos solo conocieron once signos y el espacio ocupado por Libra correspondía a la figura de un escorpión. Fueron los romanos quienes dividieron a éste en dos. 
Libra, signo de aire, es el signo del equilibrio por excelencia, de la armonía, el sentido artístico, de la justicia, y la paz. Pero también puede derivar en inestabilidad, inconstancia, e incluso perversidad.
 

ESCORPIO Es el octavo signo del zodiaco, entre el 23 de octubre y el 21 de noviembre. 
Los antiguos utilizaron el escorpión para representar el descenso del Sol tras el equinoccio de otoño, la noche más larga, a causa de la predilección de éste por los lugares oscuros. 
Escorpión, signo de agua, representa la sexualidad, las energías creativas, el ataque, o la inventiva. Pero también puede derivar en pasiones desbordantes, violencia, o falta de escrúpulos.
 

SAGITARIO Es el noveno signo del zodiaco, entre el 22 de noviembre y el 21 de diciembre. 
Mitad hombre, mitad caballo, sagitario es un arquero siempre listo para disparar sus flechas. En Grecia se asoció su figura con la del centauro Quirón, maestro de Aquiles. 
Sagitario, signo de fuego, representa la lucidez. Simboliza al mae

stro, al intelectual, al filósofo, o incluso al sabio ermitaño alejado de las pasiones humanas. Justicia, independencia, libertad, sinceridad, cordialidad, y sentido del deber son algunas de sus características. Pero también testarudez, engreimiento, inconstancia, e incluso egolatría. 

CAPRICORNIO Es el décimo signo del zodiaco, entre el 22 de diciembre y el 21 de enero. 
Este signo se relaciona con las tradiciones babilónicas y egipcias referentes al solsticio de invierno. Se le identifica con un ser benéfico que nos mostraba los secretos de la vida y de la muerte. 
Capricornio, signo de Tierra, simboliza la generosidad, la sabiduría, la constancia, la cautela, y la firmeza de carácter. Es una inteligencia racional. Pero también puede caer en el pesimismo, la avaricia, la pedantería, la introversión, o incluso la inadaptación.
 

ACUARIO Es el undécimo signo del zodiaco, entre el 21 de enero y el 19 de febrero. 
Se trata de un signo relacionado tradicionalmente con la lluvia y el agua que baña las tierras, incluso ha sido asociado con el Diluvio Universal. Paradógicamente se trata de un signo de aire. 
El agua de acuario está destinada a la sed del espíritu, o del alma. Representa el progreso, la filosofía, el avance de la ciencia y de la técnica, la comunicación entre personas. Su lado negativo lleva al egocentrismo, la anarquía, la excentricidad, o incluso a la falta de humanidad.
 

PICIS Es el duodécimo signo del zodiaco, entre el 20 de febrero y el 20 de marzo. 
Es un simbolo de la reanudación de el trabajo agrícola tras el Diluvio. El pez fue el símbolo del Redentor que los primeros cristianos adoptaron. 
Piscis es un signo de agua, metafísico en extremo. Destaca su fantasía e imaginación, la intuición, y la creación artística. La fraternidad. En sus aspectos negativos nos encontramos con el desorden, la falta de ideales, el histerismo, e incluso la mentira.
 

La Sociedad Española de Neurología asegura que al menos un 10% de la población mundial ha perdido la capacidad de amar debido a un trastorno neurológico.



Al menos un diez por ciento de la población mundial ha perdido la capacidad de amar debido a un trastorno neurológico denominado alexitimia, que impide a las personas afectadas identificar las emociones que experimentan así como expresarlas verbalmente.
No obstante, no todas las personas que lo padecen están afectadas de la misma forma, de ahí la importancia de distinguir entre la alexitimia primaria, producida porque las estructuras neurológicas vinculadas con las emociones están dañadas, y la secundaria, como consecuencia de un trauma emocional grave o por un desorden en el aprendizaje emocional.
Así lo ha constatado la Sociedad Española de Neurología (SEN) a través de diferentes estudios de prevalencia de este transtorno en diferentes poblaciones, que apuntan como causas más frecuentes de la alexitimia primaria adquirida a los traumatismos craneales, ictus o tumores cerebrales, aunque también cursa con otras muchas enfermedades neurológicas, como esclerosis múltiple y Parkinson.
"Los seres humanos somos capaces de sentir amor, odio, alegría, miedo, es decir, experimentar sentimientos y emociones, gracias a un cerebro que lo hace posible, tanto estructural como funcionalmente, así como a relacionar dichos sentimientos con estructuras que hacen posible su verbalización, su materialización en forma de palabra", según Pablo Duque San Juan, coordinador de la Sección de Neuropsicología de la SEN.
Por tanto, añade, "si se nace con alguna una anomalía en zonas cerebrales que se encargan de analizar y formular las emociones, o se produce alguna lesión o disfunción que interrumpa el circuito de conexión entre estructuras, es cuando se puede generar la imposibilidad de verbalizar e identificar sentimientos".
La alexitimia primaria puede ser fruto de factores hereditarios y, en ese caso, es común que comience a manifestarse en los primeros años de la infancia, pero también puede desarrollarse como consecuencia del propio desarrollo de alguna enfermedad neurológica.
El avance de las técnicas de neuroimagen y el desarrollo de la neurología de la conducta y de la neuropsicología en las últimos años han permitido a las emociones cobrar una gran relevancia dentro de la práctica clínica, y aún más en el campo de la neurología.
Tradicionalmente, se tendía a pensar que las emociones impedían el desarrollo de la razón y la lógica, pero, según el doctor Duque, no hay "nada más lejos de la realidad".
Las emociones influyen "muchísimo en la atención, la memoria y el racionamiento, nos indican qué es lo importante y nos ayudan a tomar decisiones", según subraya el especialista, que insiste en que "cuando no somos capaces de reconocer nuestras emociones, ni de interpretarlas, no podemos utilizar una información que es muy valiosa, lo que hace que sea mucho más complicado tomar decisiones y crear vínculos sociales".

Los huracanes con nombre femenino han causado más víctimas que los de nombre masculino.


Los huracanes con nombre femenino han causado más víctimas que los de nombre masculino.

Según un estudio estadístico llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Illinois, en EE.UU., los huracanes a los que se les ponen nombres de mujer generan más víctimas mortales que los bautizados con nombres masculinos porque la población los percibe como menos amenazantes y por tanto toma menos precauciones.

El estudio tiene en cuenta datos de más de seis décadas y halló que, en efecto, las tormentas con nombres de mujer mataron a casi el doble de personas. Aunque la investigación propone cambiar el método para bautizar los huracanes, los científicos del Centro Nacional de Huracanes sugieren simplemente que la población esté atenta y asuma la amenaza que supone cada tormenta, independientemente de si llama Sam o Samantha.

Obviamente, los nombres son asignados de forma arbitraria y su potencial peligrosidad no tiene nada que ver con su denominación, pero no deja de ser curiosa la coincidencia. Y sobre todo, dice Kiju Jung, uno de los científicos que han hecho el estudio, “si la gente expuesta a una gran tormenta juzga su amenaza en base a su nombreentonces la situación es realmente peligrosa”.

La investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences, analizó los daños causados por las tormentas tropicales en Estados Unidos entre 1951 y 2012. Se han excluido del cómputo el huracán Katrina (2005) y el Audrey (1957) –ambos femeninos, por cierto–, porque fueron muchísimo más letales que un huracán promedio.

Según los datos, hallaron que los ciclones con nombre de chica mataban a más gente. Incluso los responsables del estudio sugieren que cambiar a un huracán un nombre masculino como Charley por otro como Eloise podría triplicar el índice de víctimas porque la gente inconscientemente los juzga como menos violentos.

Las personas que fueron encuestadas, a las que se pidió que imaginaran que se acercaba un huracán Alexandra, Christina o Victoria, pensaban que serían menos dañinos que sus equivalentes masculinos Alexander, Christopher o Victor. Curiosamente, inicialmente, los huracanes en EE. UU. solo eran bautizados con nombres femeninos, una práctica que los meteorólogos consideran apropiada dada la naturaleza impredecible de las tormentas tropicales. El método de ir alternando “chico-chica” se adoptó a finales de los 70 para eludir las acusaciones de sexismo.


Rusia y Plutón son aproximadamente del mismo tamaño

Rusia es mas grande que Plutón. Rusia mide 17.045.400 kilómetros cuadrados. La superficie de Plutón se estima en 16.650.000.

El 24 de agosto del 2006, Plutón descubrió que había estado viviendo una vida falsa. Alguien le había dicho que era un planeta y, durante 76 años terrestres, había alardeado con el título de ser el último y más lejano príncipe del sistema solar. Ese día, sin embargo, los astrónomos humanos cambiaron las condiciones de entrada al club planetario y lo dejaron con uno menos.

Es más, le dijeron los científicos a Plutón, usted nunca fue un planeta. Qué pena, pero alguien le mintió.

La exclusión se sumó a una larga lista de decepciones para quien fuera el residente del número 9, calle planeta, sistema solar: un padre ausente en su nacimiento; el surgimiento de otros objetos que llegaron a competir con él; una persecución por gran parte de la comunidad científica terrestre y la desgastante tarea de vivir siempre, cada año, cada milenio, cada era, a la sombra de ocho planetas más grandes.

Nosotros, los terrícolas, no siempre supimos que esos ocho planetas estuvieron ahí y mucho menos que Plutón existía. Antes de que naciera y cayera el imperio romano, los antiguos, tirados de espaldas en el campo, miraban solo cinco luces moverse en el cielo nocturno. Los griegos, tan prácticos, las llamaron aster planetes o estrellas errantes, y de ahí heredó el español la palabra “planeta”.

Después, llegaron los telescopios a seducir a los astrónomos y apareció Urano en 1781 y Neptuno en 1846. Esos ocho planetas dominaron nuestro sistema solar hasta que un muchacho nacido en un pueblito agrícola de Illinois, Estados Unidos, se asomó durante meses a uno de los telescopios más poderosos del mundo. El 14 de marzo de 1930, The New York Times publicó en primera plana: “Noveno planeta descubierto en el borde del sistema solar; primero en 84 años”.

Los años siguientes, sin embargo, no fueron fáciles. Varias mediciones de su masa y volumen, hechas en el siglo XX, y el descubrimiento de ciertos objetos similares durante los primeros años del 2000 en el Cinturón de Kuiper (una zona en forma de disco con millones de objetos casi congelados, más allá de Neptuno) pusieron a los astrónomos del mundo en una encrucijada: ¿qué es Plutón y qué hacemos con los demás objetos?

El 24 de agosto del 2006, luego de diez días de discusiones en su cumbre trienal, 424 astrónomos de la Unión Astronómica Internacional (UAI) llegaron, por votación, a una polémica definición de “planeta”. Y Plutón, aún siendo tan pequeño –o tal vez por eso–, ya no cabía.

El culpable

Mike Brown es astrónomo; es decir, una persona que huye profesionalmente de la luz del día. Aunque usualmente el amanecer cierra su jornada, la madrugada del 24 de agosto de aquel 2006 llegó recién bañado a encontrarse con los medios de prensa en la Universidad de Caltech, en California, listo para explicar en vivo el resultado de la votación que estaba dándose en Praga.

A las puertas del primer derrocamiento planetario en el sistema solar, todas las televisoras querían tener frente a sus cámaras al culpable comentando el resultado.

Plutón, antes de Mike Brown, y Plutón después de él, son dos objetos totalmente diferentes. En los “años a.M.B.” Plutón era el noveno planeta del sistema solar; en la era “d.M.B.”, se transformó en 134340 Plutón, uno de los cinco planetas enanos que orbita alrededor del Sol.

Mike Brown descubrió a Eris –que aceleró la caída de Plutón– y a los planetas enanos Haumea y Makemake. (THE NEW YORK TIMES)

En enero del 2005, Brown había hallado un objeto orbitando alrededor del Sol más allá de Plutón, y sentenció sin querer al noveno planeta. Por esousa en Twitter el nombre de usuario @plutokiller. El descubrimiento de Brown –al que llamó provisionalmente Xena, por la princesa guerrera (esto no es broma)– era más grande que Plutón. Eso planteaba la interrogante de si este último dejaba de ser planeta o si más bien Xena se unía al sistema solar como un nuevo miembro.

La opción lógica era ser buenos anfitriones e invitar al nuevo planeta a unirse, aplaudirle a quien lo descubrió y cambiar los libros de texto: ahora serían 10 planetas. La Unión Astronómica Internacional tuvo una idea similar y estableció una comisión para definir qué era un planeta.

¿Algún lector recuerda haber recibido una definición de “planeta ”cuando estudió en primaria? No la había.

Antes de Mike Brown, cuando Plutón todavía tenía en su billetera la membrecía planetaria, nadie había definido científicamente el concepto. Así que la UAI mandó a hacerlo y pidió que la tarea estuviera lista antes de su cumbre mundial, prevista para agosto del 2006.

El resultado fue algo así: “un objeto es un planeta si orbita alrededor del Sol, tiene tanta masa que logra alcanzar equilibrio hidrostático (es decir, es redondo) y no es una estrella o un satélite”.

En esta definición entraban cómodamente los nueve planetas clásicos y también quedaba campo para Xena, Ceres (ubicado en el cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter, y descubierto en 1801) y Caronte, el satélite de Plutón. Ellos dos pasarían a ser un planeta doble, de acuerdo con la nueva regla. Quedarían 12. Ya no podrían contarse con los dedos de las manos, es cierto, pero ningún sistema es perfecto. La Unión decidió que el asunto estaba zanjado y se sentó a esperar que fuera 16 de agosto, fecha en que comenzaría la conferencia.

El fraude

Cien años antes, un estadounidense llamado Percival Lowell comenzó a buscar un objeto más allá de Neptuno. No sabía qué era, ni dónde estaba, ni cómo se veía, ni cuándo iba a hallarlo (o si iba a hacerlo), pero empezó una cruzada para encontrar lo que él llamó el “Planeta X”. A Lowell, sin embargo, le pasó las de Magallanes en su empresa de darle la vuelta al mundo y murió antes de cumplir su sueño.

Tras la ausencia de su líder, los regentes del Observatorio Lowell encargaron el proyecto a un muchachillo de 23 años, sin título ni experiencia en astronomía, llamado Clyde W. Tombaugh.

Este hurgó por todo el firmamento, comparando centenares de fotos del cielo nocturno en busca de un puntito de luz que se moviera. Noche a noche, si se calibraba el telescopio a la rotación y traslación de la Tierra, las estrellas más distantes mantendrían su posición y serían solo los planetas o los objetos similares los que se moverían.

Finalmente, el 18 de febrero de 1930, el joven encontró su luz errante. Confirmó sus datos durante casi un mes y después lo anunció al mundo. Habemus planeta.

Plutón no fue un “planeta-gol”, sino un “planeta-esperado”. A mediados del siglo XIX, cuando había siete planetas, la órbita de Urano tenía ciertas perturbaciones que sugerían que algo más lo estaba afectando y un astrónomo francés había logrado predecir la posición del planeta culpable desde la comodidad de su despacho. Su hallazgo podría expresarse en la ecuación: observaciones astronómicas + mecánica newtoniana + meses de trabajo = Neptuno.

Como el tamaño conocido del octavo planeta no justificaba la totalidad de las alteraciones a Urano, Lowell esperaba encontrar su Planeta X siguiendo el mismo método. Ahora sabemos que fue un tiro al aire. Nuevos cálculos hechos en 1992 con los datos que mandó a casa el Voyager 2 optimizaron la masa del octavo planeta y explicaron, ahora sí, todas las alteraciones a la órbita de Urano.

Pero Plutón comenzó a morirse cuando se descubrió su satélite, en 1978, y pudo calcularse con precisión su masa, que se creía similar a la terrestre. Ahora sabemos que tiene solo 0,26% de la masa de la Tierra; que su diámetro es menor al de la Luna; que su órbita está inclinada 17° con relación a las de los ocho planetas; que tiene una luna de casi la mitad de su tamaño y que se cruza con la órbita de Neptuno, lo cual no es normal entre colegas planetas. Y ahora también sabemos que, al menos en lo que respecta a Urano, este tipo no tiene nada que ver con nada.

El motín

Mientras Brown manejaba por las calles de Pasadena, California; en Praga había al menos 237 astrónomos dispuestos a rescindirle el contrato a Plutón.

La primera avanzada la lideró el uruguayo Julio Ángel Fernández, quien presentó una nueva propuesta el 18 de agosto. Sí a lo redondo, sí a que orbite alrededor del Sol, sí a que no sea satélite o estrella... pero falta algo.

Un planeta debe demostrar ser la fuerza dominante en su zona. Un planeta debe poder limpiar su población local de objetos y someterlos a su fuerza gravitacional o expulsarlos de su camino. Un planeta –según Fernández y los otros 50 (de 68 presentes) que apoyaron esa idea– debe tener algo de matón. Y Plutón tan chico.

En Praga, los disidentes entraron en actitud de guerrilla. Escribieron centenares de correos electrónicos, pasaron lápices y hojas para firmar en apoyo al cambio y crearon un revuelo inédito en las soporíferas citas que tenían lugar cada tres años.

El 22 de agosto, tras cuatro días de presión, la UAI presentó por la mañana una tímida reforma a la definición y anunció dos asambleas generales para discutir el tema durante la jornada.

Con el futuro de Plutón sobre la línea, los astrónomos lograron la atención de la prensa y, desde los burós de Praga, llegaban cables e informaciones por docenas. La agencia alemana DPA relató que un científico, exaltado le recriminó al panel moderador estar “cometiendo una ofensa”, mientras que otro terminó gritando cuando propusieron cambiar de tema. Los periodistas de la agencia AP reportaban que “tras días de debate enérgico y a veces combativo, los renegados habían logrado ciertos avances clave”.

Tenían razón. Al terminar ese día, el comité ejecutivo había aceptado el texto sustitutivo e incluso la rebelión logró que Plutón, Xena, Ceres y los demás fueran planetas-enanos; así, con guion en medio, para que “enano” no fuera solo un adjetivo

Un último levantamiento ocurrió cuando la UAI ignoró el guion y presentó el concepto de “planeta enano” en el borrador final. Los rebeldes aceptaron el reto, acuñaron su propio término (“planetinos”) e imprimieron pancartas con la palabra. Unos 15 científicos –cada uno con al menos un doctorado– desfilaron por pasillos y salones con los carteles en alto, protestando contra el comité ejecutivo. Esta vez, sin embargo, no ganaron.

El guion no volvió a aparecer y la nueva palabra murió en sus primeras horas de vida. Era hora de votar.

La votación

Los astrónomos son de los profesionales que históricamente han tenido más contacto con la tecnología. Para muestras, las sondas Voyager , la Estación Espacial Internacional, los millonarios telescopios de los observatorios o el Curiosity rodando por Marte. Es un gremio que debería estar libre de tecnofobia.

Aun así, el único método disponible para votar en la sesión plenaria que cerró la cumbre de la UAI fue un papel amarillo. ¿Quién a favor de esta moción? Levante el papel. ¿Quién en contra? Levántelo. ¿Alguien se abstiene? Sí, su papel.

Esto significó que solo una pequeña fracción de la comunidad astronómica mundial –aquellos que pudieron pagar el viaje a Praga y estaban físicamente en el auditorio– pudo tomar partido oficial-mente, aunque hicieron su motín por correo electrónico o por teléfono. En el voto clave, el que definiría la “planeteidad” de Plutón, hubo 237 científicos a favor de declararlo un planeta enano, 157 en contra y 30 abstenciones. Eso fue.

Algunas ausencias notables: Alan Stern –director del programa New Horizons, sonda de la NASA que llegará a Plutón en el 2015–, Owen Gringerich –coordinador del panel para definir el concepto de “planeta”–; Timothy Spahr – director del Centro de Planetas Menores de la UAI–, Mark Sykes –director del Instituto de Ciencia Planetaria, líder en el campo–, Mike Brown – el descubridor de tres de los cinco planetas enanos (Haumea, Makemake y Xena, ahora renombrada Eris, por la diosa griega de la discordia)–.

Cuando terminó todo y los astrónomos dejaron de agitar sus papeles amarillos, el sistema solar tenía ocho planetas. Desde el campus de Caltech, Mike Brown llamó a su esposa, como lo había hecho 18 meses atrás al descubrir a Xena. “Plutón está muerto”, le dijo.

El duelo

Todos hemos sabido durante años que Plutón era un tipo raro: pequeño, flaco, excéntrico. Más chico que la Luna, mucho menos masivo, incluso, que siete satélites del sistema solar, con menos superficie en kilómetros cuadrados que Rusia o Suramérica, poseedor de una tóxica atmósfera hecha de nitrógeno, metano y monóxido de carbono y dueño de la única órbita que invade la de otro planeta. Mas pese a todo esto, siempre se tuvo la certeza de que era un planeta.

Por su inmensidad y su lejanía, los planetas han sido de las pocas cosas de las que podíamos estar seguros.

De nada sirve memorizar cada año cuántos países hay si han nacido 35 desde 1990 y toca revisar Wikipedia para recordar si Kosovo es o no una nación independiente. Pero si algo sabíamos sin dudar, es que en el cielo había nueve planetas y hasta podían ser nombrados.

Ahora, nuestros hijos y los hijos de sus hijos van a aprender en la escuela que el sistema solar tiene ocho planetas y tal vez no sepan nunca del principito exiliado que vivía en la última casa del barrio.

Ese fue el temor de muchos en los días inmediatos a aquel 24 de agosto. En menos de seis días, 300 astrónomos –incluyendo a Sykes y Stern– firmaron un documento de protesta que enviaron a la Unión Astronómica Internacional el 31 de agosto del 2006: “Nosotros, como científicos planetarios, no estamos de acuerdo con la definición de planeta de la UAI ni la usaremos. Una mejor definición es necesaria”. El amotinamiento continuó: el proyecto New Horizons de la NASA –que mandó una sonda hacia Plutón en enero del 2006 y espera alcanzarlo en el 2015– anunció que seguirá llamándolo “planeta” y el Senado del estado de Illinois, donde nació Clyde W. Tombaugh, aprobó una ley declarando a Plutón un planeta “en tanto pase por el cielo nocturno” de ese estado.

Para el resto del mundo, Plutón es ahora uno de los cinco planetas enanos (junto con Ceres, Eris, Makemake y Haumea, los últimos tres descubiertos por Brown) y su nombre oficial es 134340 Plutón. Si a los astrónomos en Praga les preocupaba que se llenara la lista de planetas, ahora probablemente pasará eso con los planetas enanos, pues existen 396 objetos que posiblemente califiquen para esa categoría.

A pesar del motín, la discusión astronómica bajó de tono y en la siguiente reunión mundial, celebrada en Río de Janeiro en el 2009, Plutón no fue mencionado. El tema repuntó, eso sí, cuando, en el 2010, Mike Brown dijo que se había equivocado: una nueva medición del tamaño de Eris, más precisa, había determinado que era imposible saber cuál era más grande. El margen de error no lo permitía.

A los amantes de Plutón en todo el mundo les quedó una pregunta. Ya que Eris y el otrora noveno planeta del sistema solar son esencialmente del mismo tamaño, ¿eso significa que Plutón sí es un planeta de verdad?

No.

Tan sólo el 4 % de las mujeres se considera totalmente bonita


Tan sólo el 4 % de las mujeres se considera totalmente bonita.

¿Sabías que 96% de las mujeres no se considera guapa? Según un estudio realizado por la marca de jabones Dove, sólo el 4% de las mujeres se siente bien consigo misma.

Tras entrevistar a mujeres de 20 países, se comprobó que “somos las peores críticas de nosotras mismas” y que nos resulta más fácil reconocer nuestros defectos que nuestras virtudes.

La pregunta es, ¿por qué somos así? ¿Qué nos lleva a ser nuestros propios verdugos? Las razones pueden ser muchas, pero te ofrecemos 5 pistas.

1. Habitualmente se culpa a los medios de comunicación señalando que empujan a las mujeres para que respondan a una estética determinada: más delgadas, menos chaparritas, más o menos broceadas. Es verdad que los modelos estéticos que podemos ver en televisión nos muestran amujeres que poco tienen que ver con la belleza mexicana.

El estudio aludido, titulado Belleza Real, expone que el 59% de las mujeres encuestadas admitió sentir presión para ser más guapa; que el 32% de ellas aceptaba que esa presión provenía de ellas mismas, una presión mucho mayor que la que ejerce la sociedad (15%), los amigos o familia (5%) o los medios de comunicación (5%).

2. Nuestras amigas son más guapas. Un gran porcentaje de mujeres reconoce la belleza de otras mujeres, como sus amigas más cercanas, y afirma que tienen algo innato que las hace bellas, pero son incapaces de encontrar ese atractivo en ellas mismas. Por lo general, las mujeres no reconocen las propias cualidades o capacidades y, por tanto, no saben potenciarlas.

3. Existe una falta de confianza entre las mujeres. El estudio de Dove revela que una de cuatro aseguró recordar cuándo fue la última vez que le dijeron algo bonito que las hiciera sentir bellas y deseadas. Según el psicólogo Claudio Barrales, “en la sociedad actual, donde la mujer está participando mucho más del mundo laboral y además debe preocuparse de los hijos, la casa y mil cosas, no hay tiempo para recibir elogios”.

El experto agrega que cuando las parejas llegan tarde, están todo el día afuera, hay poco tiempo para el piropo. Sin embargo, agrega, “todos necesitamos elogios, pero más todavía la mujer, por los cánones sociales acerca de feminidad, necesitan más estímulos sociales”.

4. Baja autoestima. En México, de acuerdo con la agencia de noticias CIMAC, el 90% de todas las mujeres de más de 14 años han seguido una dieta o se someten a cirugías riesgosas. Todo esto puede deberse a una baja autoestima.

Este aspecto, la autoestima, es tan importante en la vida de una mujer que, según José Antonio Flórez, catedrático de Ciencias de la Conducta de la Universidad de Oviedo (España), que impulsa el programa Autoestima, felicidad y salud, "la baja autoestima supone un caldo de cultivo adecuado para que se potencie el envejecimiento patológico, mientras que una autoestima elevada puede servir como protector contra enfermedades neuro-degenerativas, como el Alzheimer, y puede contribuir a la longevidad”.

5. Finalmente, si eres de esas mujeres que se siente fea, poco atractiva y tiene la autoestima un poco más baja de lo que debería, de la mano del psicólogo Claudio Barrales te ofrecemos algunos consejos para reactivar el ánimo y la auto-imagen: lo primero es dejar de cometer el error de comprarse con el estereotipo social, televisivo y de la publicidad.

Hay que aceptarse como uno es y quererse así. Después, procurarse a si mismas afectos y apapachos: desde ir a un spa, hasta buscar ayuda profesional, entre otras cosas y por último, socializar más.

Después de todo lo anterior, te proponemos que de ahora en adelante cuando te mires al espejo busques todas tus virtudes y le sonrías al espejo.

Los hombres que practican ejercicio físico moderado poseen mejores niveles hormonales y esperma de mejor calidad

Los hombres que practican ejercicio físico moderado poseen mejores niveles hormonales y sus gónadas producen esperma de mayor calidad, según un estudio publicado en la revista European Journal of Applied Physiology.

Los autores valoraron si existen diferencias en los perfiles hormonales y seminológicos entre hombres físicamente activos y los sedentarios. "Hemos analizado parámetros cualitativos seminales como el volumen de eyaculado, el contaje espermático, la movilidad y la morfología de los espermatozoides", explica a la Agencia SINC Diana Vaamonde, investigadora de la Universidad de Córdoba y autora principal del estudio. Además, se evaluaron las hormonas foliculoestimulante (FSH), luteinizante (LH), testosterona (T), cortisol (C), y la tasa T/C, que dan información complementaria sobre el ambiente para el proceso de formación del esperma y sobre el estado anabólico o catabólico en el que se encuentra el organismo.

Los resultados revelan que los sujetos físicamente activos son los que muestran los mejores valores seminológicos. Concretamente, las diferencias halladas sus espermatozoides mostraron mejor morfología, mejor velocidad progresiva total. Además los valore hormonales de FSH, LH y T, así como la tasa T/C, apoyan así la hipótesis de que se crea un ambiente más favorable para la formación del esperma cuando se hace ejercicio. 

Eso sí, sin abusar. La misma investigadora publicó en 2010 un estudio que sugería que el esperma de los deportistas de élite, concretamente triatletas y jugadores de waterpolo, era de peor calidad que la media. Es posible que las cargas demasiado elevadas de entrenamiento disminuyan la calidad seminal.